Continuemos hoy nuestro paseo fotográfico por el distrito de Retiro adentrándonos en el barrio de Ibiza. Este barrio está delimitado por el norte por la calle de O’Donnell; por el este por la calle del Doctor Esquerdo; por el sur por las calles del Doce de Octubre y del Alcalde Sáinz de Baranda; y por el oeste por la Avenida de Menéndez Pelayo, que lo separa del Parque del Retiro.
Es un barrio bastante pequeño y caracterizado por sus calles en damero, que son todas con la única excepción de la ya mencionada calle del Doce de Octubre que sirve de límite sur. La población del barrio se mantenía en el 2014 por encima de los 21 habitantes, llegando casi a las 22 mil. Según los datos del padrón municipal, la población está decreciendo ligeramente, y ha bajado todos los años unos pocos cientos de habitantes desde 2004. En cuanto a la población extranjera, el barrio de Ibiza simboliza el extremo contrario al barrio de Estrella: si aquel era el barrio con menos extranjeros del distrito, éste es el barrio con mayor presencia de la inmigración de todo el distrito de Retiro.
Comencé mi recorrido por el barrio de Ibiza en el punto en que acabé mi paseo por el barrio de Estrella, es decir, en el punto en el que la calle de O’Donnell se encuentra con la calle del Doctor Esquerdo. Allí mismo está el primer punto de interés: la Iglesia de Nuestra Señora de la Paz.
Esta iglesia comparte nombre con otra, en este caso parroquia, que ya hemos visitado y que está en el barrio de Pacífico, también en el distrito de Retiro. Del inmueble destaca por encima de cualquier otra cosa la torre de tejadillo alargado que hace esquina. Su construcción, en estilo neogótico, concluyó en 1925 bajo un plano del arquitecto Joaquín Kramer Arnaiz. No he podido recabar mucha más información de esta iglesia por lo que lo mejor es continuar.
Continuando por la calle de O’Donnell en dirección oeste llegamos consecutivamente a la Consejería de Políticas Sociales y de Familia de la Comunidad de Madrid y al Hospital Materno Infantil del Gregorio Marañón, más conocido como “La Maternidad de O’Donnell”.
No me extenderé mucho sobre la Consejería de Políticas Sociales y de Familia, ya que tampoco creo que sea del interés del lector. En dicha consejería se desarrollan, coordinan, dirigen y ejecutan las políticas de la Comunidad de Madrid en materia de cohesión e inclusión social, servicios sociales, protección del menor y de la mujer, atención a personas mayores, dependientes y discapacitadas, fomento del voluntariado, atención a la inmigración, promoción de la igualdad entre hombre y mujeres, etc.
El edificio actual del Hospital Materno Infantil del Gregorio Marañón, la famosa “Maternidad de O’Donnell”, es de bastante reciente construcción. La antigua maternidad fue demolida en 1999 y en ese mismo solar se construyó un nuevo y moderno edificio para continuar ejerciendo el mismo uso de siempre. El antecedente de este hospital debemos buscarlo en la Casa de Maternidad de Madrid, creada en 1837 en el entonces barrio de Chamberí (hoy Chamberí es un distrito). Poco más de 20 años después la Casa de la Maternidad fue trasladada hasta la calle Mesón de Paredes debido a necesidades de ampliación. Fue en esta nueva sede donde se extendió su fama por todo Madrid.
Las condiciones de higiene y salubridad necesarias para un edificio de estas características obligó a construir una nueva sede, y así se produciría el traslado a la sede actual en la calle de O’Donnell, cuya primera piedra se puso en 1934. No obstante, la Guerra Civil interrumpió la construcción y el edificio no puedo inaugurarse finalmente hasta 1956. En los años de funcionamiento entre 1956 y su derribo en 1999 se calcula que nacieron allí más de 300 mil madrileños.
Sin embargo, el Hospital Materno Infantil del Gregorio Marañón tiene otro antecedente diferente, y no es otro que la famosa Inclusa de Madrid, que data del año 1800, donde se atendía a los niños que habían nacido en la Casa de la Maternidad. La enfermería de la inclusa se considera el germen del Hospital Infantil que, con dicho nombre, fue a su vez inaugurado en 1969.
Una vez dejados atrás estos dos edificios y continuando por la calle de O’Donnell hasta la esquina del Parque del Retiro, giré a la izquierda para no salirme del barrio y bajé por la Avenida de Menéndez Pelayo. Esta avenida, que sirve de valla para el Parque del Retiro, está plagada de multitud de bares y restaurantes que sirven sus productos en terrazas. Esto hace que pasear por esta avenida sea a veces una experiencia de sabores y de moda, ya que las diversas vestimentas de los clientes de las muchas terrazas no pasan desapercibidas. Estas terrazas, además, suelen estar casi siempre con una alta ocupación.
Últimamente, a la par que las terrazas también se pueden encontrar, -y no sólo allí sino en casi cuaquier otro sitio-, múltiples espacios donde tienen presencia bicicletas y patinetes de alquiler: una nueva invasión que tenemos que soportar con mucha paciencia los madrileños.
Avanzando hacia el sur y pasando las calles del Doctor Castelo, de Menorca y de Ibiza, esta última reconocible por su bulevar central, llegamos a la calle del Alcalde Sáinz de Baranda, donde destaca por sus dos altas torres en forma de pirámides puntiagudas la Parroquia del Santísimo Sacramento. Esta iglesia fue diseñada por el José María de la Vega Samper, arquitecto toledano que cuenta en su haber con un buen número de edificios de singular arquitectura, incluso fuera de España.
La Parroquia del Santísimo Sacramento está pensada y construida con atrevimiento, y es una digna representante de esa arquitectura creativa de los años 60 del siglo anterior. La disposición de la iglesia en el solar en la que está inserta ya indica ese atrevimiento, pues el inmueble está colocado en posición oblicua o diagonal al sentido de las manzanas. La nave central tiene forma de triángulo al que acompañan muy bien las dos altísimas torres con forma de pirámides muy acusadas.
Una vez dejé la iglesia tras de mí continué por la calle del Alcalde Sáinz de Baranda y después por la paralela calle de Ibiza hasta alcanzar la calle de Máiquez, donde está la puerta por la que entré al Hospital General Universitario Gregorio Marañón, lugar donde finaliza nuestro periplo por el barrio de Ibiza.
El Gregorio Marañón lleva en su nombre completo el adjetivo “general” porque es el heredero del llamado Hospital General de Madrid, nacido de la reunión de los hospitales de la Villa y Corte en tiempos de Felipe II. A pesar de este intento de suprimir otros hospitales y agregarlos al Hospital General, el proceso no llegó a completarse nunca. La primera ubicación del Hospital General fue la confluencia del Paseo del Prado con la Carrera de San Jerónimo.
Durante el reinado de Felipe III, ya en el siglo XVII, el hospital se trasladó a un albergue de mendigos en el Camino de Nuestra Señora de Atocha. A lo largo de los reinados de Carlos II y Carlos III se redactaron sendas nuevas constituciones para el hospital, y se crearon nuevas plazas como la de anatómico o cirugía, creándose también el Real Colegio de Cirujanos de San Fernando.
Tras una nueva reforma administrativa en 1849 el hospital pasó a ser administrado por la Diputación Provincial, hecho que significó un cambio de nombre, llamándose a partir de ese momento Hospital Provincial de Madrid. En aquel tiempo se adhirieron a los fueros del hospital la antigua Inclusa, la Casa de Maternidad, el Hospital de San Juan de Dios, el Instituto Provincial de Puericultura y el Hospital de la Beneficencia para enfermedades de los ojos.
Fue en julio de 1968 cuando se inauguró la nueva sede del hospital en la entonces llamada “Ciudad Sanitaria Francisco Franco. Desde entonces se han sucedido varias reestructuraciones administrativas y arquitectónicas, entre ellas la recuperación de su nombre original, el de Hospital General, y se le añadió el de “Gregorio Marañón”, uno de los más eminentes profesionales que trabajaron allí. En total contemplan a este hospital más de cuatrocientos años de vida.
Tuve la ocasión de atravesar el Hospital desde un lado hasta el otro, entrando por la calle de Máiquez y saliendo por la calle del Doctor Esquerdo. Caminé entre diferentes edificios de diferentes especialidades, lavanderías, edificios administrativos, etc. Hay incluso una gran chimenea que hace del complejo un lugar muy curioso y característico. Una auténtica ciudad de la salud.
Y así, entre los edificios del Hospital General terminamos este paseo por el barrio de Ibiza. Hemos recorrido un barrio de calles largas y rectilíneas, como un tablero de ajedrez. Un barrio eminentemente residencial y comercial en el corazón del distrito de Retiro.
En el siguiente capítulo entraremos en el barrio de Jerónimos, un barrio que no podremos completar en una única tacada. Tendremos que dedicarle varios capítulos debido a lo amplio del terreno a tratar y a los muchos lugares de los que deberemos hablar. El barrio de los Jerónimos puede dividirse claramente en dos partes: lo que hay dentro del parque y lo que hay fuera del parque. Empezaremos por lo que hay fuera, que no es precisamente poco, y que, probablemente, no cabrá en un único capítulo. ¡Nos vemos!
Todas las fotos del recorrido fotográfico por el barrio de Ibiza:
Todos los días una nueva foto en color del proyecto en Instagram. JMPhotographia en las redes sociales: