[Cap. 47] Conociendo mi ciudad: Cuatro Caminos (Tetuán) 1ª parte

El barrio de Cuatro Caminos es, quizá, el barrio más importante de todo el distrito de Tetuán, pues es cosa segura que será el que más puntos de interés va a darnos, lo cual hará que sea precisamente este capítulo el más largo de los que vamos a dedicar al distrito de Tetuán. Cuatro Caminos es también el barrio más grande de todo el distrito, aunque superando por muy poco al de Valdeacederas. Tiene una extensión de 118,50 hectáreas y una población aproximada de 34 mil personas, lo que significa que la densidad de población es de 289 habitantes por hectárea.

También es seguro que en el barrio de Cuatro Caminos se asienta la mayor cantidad de edificios altos de todo Tetuán, concentrados en torno a la zona donde se encuentran los bajos de AZCA, es decir, en una supermanzana de 19 hectáreas de extensión que se sitúa en la parte sureste del barrio, limitando con el Paseo de la Castellana y con la calle de Raimundo Fernández Villaverde.

Comenzamos nuestro recorrido por el barrio de Cuatro Caminos en el lugar donde la calle de Francos Rodríguez  inicia su numeración, es decir, en el lugar en el que confluye con la calle de Bravo Murillo: es justo el lugar en el que habíamos terminado el capítulo anterior, en las afueras de la Parroquia de San Francisco de Sales. Tomamos la calle de Bravo Murillo en dirección sur, hacia la Glorieta de Cuatro Caminos. Todos nuestros puntos de interés en esta parte del barrio van a quedar en la acera este de la calle, ya que si fuera lo contrario, estaríamos hablando del barrio que acabamos de conocer, el de Bellas Vistas.

Cruzando un par de calles nos encontramos ya con los dos primeros puntos de los que queremos hablar, que se encuentran además contiguos. El primero de ellos es el Colegio Jaime Vera, de carácter público, y también conocido como Grupo Escolar Jaime Vera. El edificio donde se asienta este colegio fue proyectado por el arquitecto Antonio Flórez Urdapilleta, que contó con la ayuda de un arquitecto municipal que ya hemos mencionado varias veces aquí: José López Sallaberry. La construcción de este centro, -de nuevo en ladrillo visto-, estuvo ubicada dentro del plan de construcciones escolares que se proyectó en 1922. La obra estuvo terminada en 1929, pero el colegio se inauguró con otro nombre diferente, concretamente con el del General Zumalacárregui. No fue hasta muchos años después, tras la muerte de Franco, cuando se le cambió el nombre escogiendo la figura del doctor Jaime Vera.

Colegio Jaime Vera - ©JMPhotographia
Colegio Jaime Vera - ©JMPhotographia

Jaime Vera (1858-1918), personaje que vamos a encontrar de nuevo en el siguiente capítulo que vamos a dedicar al barrio de Castillejos, fue un médico y político socialista nacido en Salamanca que participó en la fundación del Partido Socialista de España. Como médico fue discípulo del doctor José María Esquerdo, -que tiene alguna calle por ahí-, y fue médico del Hospital General de Madrid. Es considerado uno de los padres fundadores de la psiquiatría moderna en España.

Justo al lado del colegio está el edificio de los míticos Saneamientos Pereda, una empresa familiar fundada en 1959 en la ciudad de Oviedo que distribuye principalmente productos de fontanería y sanitarios y que supo convertirse en una gran empresa a nivel nacional y en un referente del sector partiendo de unos inicios modestísimos. La tienda que esta empresa tiene en Bravo Murillo ha estado allí desde siempre prácticamente y aunque nos quedaba y queda un poco lejos de casa y modernamente se prefieren otras opciones más cómodas, es un establecimiento clásico, y conocido en todo Madrid, por eso lo mencionamos aquí. 

Pasando las calles de Teruel y de Tiziano llegamos a otro colegio, en concreto al Colegio San Antonio, situado en el número 150 de la calle. Se trata de un colegio privado concertado a coste cero, de ideario católico de inspiración franciscana, cuya titularidad es de la Provincia de Capuchinos de España. Es un colegio pequeñito, sólo tiene una clase por curso, cuyo currículo abarca desde la Educación Infantil (de 3 a 6 años) hasta la Educación Primaria (de 1º a 6º). Cuando los alumnos terminan la Educación Primaria continúan sus estudios en otros centros que están adscritos, como el Centro de Formación Padre Piquer, -que veremos en el barrio de Almenara-, el Colegio Divina Pastora o el Centro María Inmaculada.

Colegio San Antonio - ©JMPhotographia
Colegio San Antonio - ©JMPhotographia

Este colegio es una rara avis dentro del mundo de los colegio religiosos concertados, ya que está especializado en la atención a alumnos provenientes de distintas culturas, lo cual no es nada extraño, puesto que su inmensa mayoría de alumnos son hijos de inmigrantes.

Y antes de llegar a la Glorieta de Cuatro Caminos y, por tanto, al límite sur del barrio, tenemos que visitar el famoso Mercado de Maravillas, que encontramos después de cruzar otras dos calles, en esta ocasión las de Jaén y de Palencia. Este mercado es quizá el más grande de todos los que he tenido la ocasión de visitar hasta ahora y también uno de los que tienen pasillos más estrechos entre tienda y tienda de enfrente, hecho que también hace de él algo especial. El Mercado de Maravillas es también uno de los que se me aparecieron con un mayor trasiego y bullicio.

Mercado de Maravillas - ©JMPhotographia
Mercado de Maravillas - ©JMPhotographia

El Mercado Municipal de Maravillas fue inaugurado en 1942 y efectivamente es el mercado municipal más grande de Madrid, y no sólo eso, ya que es también uno de los mercados de abastos más grandes de Europa. Estamos hablando de un mercado de más o menos unos 210 locales comerciales que ofrecen, como se puede imaginar, una amplísima gama de posibilidades para el comprador. Destaca notablemente su cubierta en forma de dientes de sierra que permite que la luz natural entre como un torrente por el techo a través de grandes ventanales y la fachada de entrada en la calle de Bravo Murillo, diseñada por el arquitecto Pedro de Muguruza.

A pesar de inaugurarse en 1942, el mercado ya había sido diseñado por Pedro de Muguruza en fecha tan temprana como 1933. Si recordáis nuestro paseo por el barrio de El Viso en Chamartín, allí contábamos que el Mercado de Maravillas se llamaba así porque fue edificado en el solar en el que se encontraba anteriormente el Colegio de Nuestra Señora de las Maravillas, que tuvo que ser derribado tras sufrir un incendio en 1931. El colegio fue trasladado a El Viso y aquí se levantó el mercado, que recogió su nombre, que a su vez el colegio recogió de una anterior fábrica de papeles satinados que se hallaba en el mismo solar.

Mercado de Maravillas - ©JMPhotographia
Mercado de Maravillas - ©JMPhotographia

El Mercado de Maravillas tiene accesos por cuatro puntos, por las calles de Bravo Murillo (oeste), de Hernani (sur), de Palencia (norte) y por la Plaza de la Condesa de Gavia (este). Entre los servicios del mercado hay que mencionar ascensores, rampas, cajero automático, calefacción y aire acondicionado. Debajo del mercado, invisibles, hay dos aparcamientos con una capacidad total para 350 vehículos.

El mercado está en un edificio de dos plantas construido en un estilo racionalista. La planta de abajo está dedicada a la recogida y servicio interior del mercado y la planta de arriba a la zona comercial. Desde que conduzco no viajo mucho en autobús, pero recuerdo de mi infancia el olor del 124 cuando iba cargado de clientes del mercado, olía a pescado, un impactante y penetrante olor a pescado. Estoy seguro de que eso sigue ocurriendo.

La Glorieta de Cuatro Caminos está un poquito más hacia el sur siguiendo por nuestro camino por la calle de Bravo Murillo, que justo en este punto vamos a abandonar. Su nombre no es muy original, se llama así porque en ella confluyen cuatro calles diferentes, a saber: la Avenida de Reina Victoria por el oeste, la calle de Bravo Murillo que la atraviesa, la calle de Santa Engracia por el sur, y finalmente la calle de Raimundo Fernández Villaverde por el este. Evidentemente estas cuatro calles no era calles como tal cuando el lugar recibió este nombre, sino caminos que poco a poco comenzaron a estar jalonados por casas. No tardó la zona en convertirse en lo que hoy es, porque esta plaza siempre ha estado y estará todavía mucho tiempo ligada a la calle de Bravo Murillo, en lo que algunos han considerado, como dijo Moncho Alpuente, la calle Alcalá y la Puerta del Sol de los pobres.

Glorieta de Cuatro Caminos - ©JMPhotographia
Glorieta de Cuatro Caminos - ©JMPhotographia

Fue, desde principio del siglo XIX, un lugar importante como lo demuestra el hecho de que la primera línea del Metro de Madrid conectara exactamente la Puerta del Sol con la Glorieta de Cuatro Caminos. La plaza, aunque parezca un poco raro, no siempre ha recibido este nombre, ya que durante algunos años a principios del siglo XIX recibió la denominación de Plaza de Joaquín Ruiz Giménez, como la Glorieta de Ruiz Giménez que hoy podemos encontrar entre los distritos de Chamberí y Centro, cerca de la Glorieta de Bilbao.

Debido al crecimiento del distrito de Tetuán, la Glorieta de Cuatro Caminos se convirtió en un nodo de comunicaciones importante. Hasta aquí llegaron pronto los tranvías que la conectaban con la otra parte de la ciudad, con la Ciudad Lineal que estaba por entonces «inventando» Arturo Soria, y otros tranvías que la conectaban con la Dehesa de la Villa. En palabras del famoso cronista de Madrid Pedro de Répide, la Glorieta de Cuatro Caminos llegó a convertirse, por su bullicio, por su vivavidad y por su animación, en una especie de sucursal de la Puerta del Sol. De hecho, en la Glorieta de Cuatro Caminos estuvo instalada una fuente que estuvo en la misma Puerta de Sol. Algunos recordarán, -yo lo hago-, que hace unos cuantos años ya, en la glorieta no había una fuente, sino un aparatoso paso elevado que finalmente fue substituido por un paso subterráneo en los años 90, si no recuerdo mal, volviendo a ponerse en el centro un espacio circular ajardinado, propio de una glorieta.

En la propia glorieta quedan aún algunos edificios notables. El más antiguo es la Casa de Socorro, de estilo neomudéjar, situado en la esquina de la calle de Santa Engracia con la calle de Raimundo Fernández Villaverde, obra del arquitecto Pablo Aranda en 1899.

Dejamos la glorieta y nos dirigimos hacia el este por la calle de Raimundo Fernández Villaverde, que es la continuación de la Avenida de la Reina Victoria. En la acera norte vamos a encontrarnos algunas calles en las que podremos apreciar muros, escaleras y rampas que sirven para salvar la diferente altura que hay entre la calle por la que vamos y las calles que desembocan en ella desde el norte. Ni por la calle de Cicerón ni por la de Dulcinea ni por la de Don Quijote pueden acceder los automóviles a Raimundo Fernández Villaverde, por lo que los coches deben utilizar otras vías para ello, como la calle del Aviador Zurita o la más amplia de Orense, ya que ambas permiten acceder a la calle por la que estamos caminando.

Justo al pasar la calle de Orense estaremos al lado de Torre Titania, que habremos ya visto desde lejos mucho antes, porque no pasa desapercibida ni de día ni de noche, y menos aún de noche. Este edificio es, a día de hoy, el décimo tercer rascacielos más alto de Madrid. Pero para poder hablar de este inmueble antes tenemos que hablar de otro, que prácticamente sólo adquirió la fama con su desaparición. Algunos ya sabréis a qué edificio me estoy refiriendo.

Calle de Raimundo Fernández Villaverde - ©JMPhotographia
Calle de Raimundo Fernández Villaverde - ©JMPhotographia

La Torre Windsor, llamada así por el nombre de una discoteca que hubo en sus bajos, estuvo en este solar, tenía 106 metros de altura y 32 plantas, y era propiedad de una sociedad controlada por El Corte Inglés. Era la sede central en España de Deloitte, que tenía allí trabajando a más de 1.200 personas. Como muchos recordaréis, -yo estaba en un bar jugando al Risk-, la Torre Windsor se incendió el 12 de febrero de 2005 y quedó totalmente destruida, y todavía quedan bastantes preguntas sin responder respecto a lo sucedido aquella noche.

Aquel edificio se construyó entre 1975 y 1979 con una estructura mixta de hormigón y hierro dividida en dos piezas por una planta técnica interpuesta entre ambas, sin ventanas, y que alojaba elementos estructurales. Sus arquitectos fueron Pedro Casariego Hernández-Vaquero, Manuel del Río Martínez, Genaro Alas Rodríguez, Ignacio Ferrero Ruiz de Prada, Luis Alemany Indarte, Rafael Alemany Indarte y Miguel Ángel Rodríguez Torices Sanz. En 1979, con su inauguración, se convirtió en el edificio más alto de la zona de AZCA, aunque después fue desbancado por la Torre Picasso.

La noche que se incendió la Torre Windsor está todavía envuelta en el misterio debido a la aparición de unas imágenes grabadas por un videoaficionado en las que se puede ver claramente la figura de dos personas caminando dentro del edificio durante el mismo incendio. La Policía Científica determinó que aquellas imágenes eran reales y carentes de cualquier manipulación, aunque en un informe de los Bomberos se consideró que tales figuras podrían ser reflejos que estarían representando a personas de otro edificio. Por otra parte, el incendio ocasionó un gran perjuicio económico a El Corte Inglés, que tuvo que cerrar durante semanas por seguridad su edificio principal, que colindaba con la Torre Windsor.

La Torre Titania se levantó en el mismo lugar en que estuvo la Torre Windsor cuando ésta fue desmontada durante meses planta a planta. Se conservaron únicamente las estructuras de las plantas que estaban por debajo de la cota de la calle. El nuevo edificio fue encargado por El Corte Inglés a los arquitectos Pablo Muñoz y Pedro Vilata, y se construyó entre los años 2007 y 2011. Tiene solo tres metros de altura y cinco plantas menos que su predecesor, ya que su altura es de 103 metros y cuenta con 27 plantas. La planta baja y las primeras seis plantas son usadas por El Corte Inglés como centro comercial. Justo encima de ellas hay dos plantas técnicas con maquinaria vital para que funcione correctamente el edificio, con cosas tales como las instalaciones del tratamiento del aire, bombas hidráulicas, ventiladores, etc. El resto del edificio lo ocupan oficinas ajenas a El Corte Inglés, si bien más arriba, concretamente las plantas 20 y 21, vuelven a servir como más plantas técnicas.

Torre Titania - ©JMPhotographia
Torre Titania - ©JMPhotographia

Por fuera el edificio muestra fachadas vidriadas en tonos verdosos durante el día, y un juego de líneas dibujadas por neones que cambian de color constantemente hacen del edificio algo digno de mirar por la noche.

Un poquito más hacia el Paseo de la Castellana y estaremos delante del edificio de El Corte Inglés de Castellana, el llamado Edificio 1 por ser el edificio principal de este Corte Inglés y el primero que se levantó en la zona. Justo al final de la calle de Raimundo Fernández Villaverde está la bóveda característica de la estación de Cercanías de Nuevos Ministerios y el aparcamiento de superficie del propio Corte Inglés, además de los otros tres subterráneos de AZCA, alguno de ellos que también sirve a los grandes almacenes.

En la zona donde estamos ahora hay un edificio muy notable que contiene en su parte superior el logotipo del BBVA. Este edificio recibe el nombre de Edificio Castellana 81, anteriormente conocida como Torre del Banco de Bilbao. Fue levantado entre los años 1978 y 1981 sobre los planos del famoso y ya mencionado arquitecto en estos capítulos Francisco Javier Sáenz de Oiza. Se trata de un edificio singular de arquitectura compleja y de original concepción estructural, con un diseño muy cuidado y con uso de materiales nobles. El año pasado fue declarado Bien de Interés cultural por la Comunidad de Madrid.

Edificio Castellana 81 - ©JMPhotographia
Edificio Castellana 81 - ©JMPhotographia

El edificio fue la antigua sede operativa del BBVA hasta su traslado a la Ciudad BBVA en Las Tablas, en el distrito de Fuencarral-El Pardo en 2015. El proyecto nació en 1971 cuando el Banco de Bilbao, que por entonces era propietario de la parcela número 41 del complejo AZCA, -del que hablaremos ahora-, convocó un concurso restringido para el proyecto de edificio de sus oficinas centrales en Madrid, una torre, al que acudieron siete de los más renombrados estudios de arquitectura de España. La idea era construir una torre alta de más de 30 plantas.

La propuesta de Sáenz de Oiza daba una respuesta estructural a un problema complejo, -debía salvar el túnel de Cercanías que hay justo allí-, con una estructura mixta de acero y hormigón armado que trasladaba todo el peso del edificio al terreno a través de la cimentación de dos núcleos de hormigón situados cada uno a un lado del túnel.

Desde 2007 el edificio es propiedad de la sociedad inmobiliaria Gmp Property Socimi S. A. quien organizó una rehabilitación integral del edificio y que decidió darle el nombre de Castellana 81, a pesar de que el BBVA sigue teniendo su logo corporativo en el remate del edificio, dado que sigue y seguirá siendo el arrendatario de las plantas superiores hasta el año 2034.

La zona donde está asentado El Corte Inglés está llena de túneles por los que podemos caminar y acceder a otras dependencias del propio Corte Inglés pero que también nos permiten acceder a la Plaza de Azca y a la Plaza de Pablo Picasso, que es nuestro destino. La palabra AZCA es un acrónimo de «Asociación Mixta de Compensación de la Manzana A de la Avenida del Generalísimo» que, como sabéis, es el nombre que tuvo el Paseo de la Castellana durante el Franquismo. Es un enorme complejo financiero y de negocios, una supermanzana que acoge a cerca de 27 mil trabajadores y por la que transitan diariamente unas 100 mil personas.

Aledaños de AZCA - ©JMPhotographia
Aledaños de AZCA - ©JMPhotographia

El complejo de AZCA fue concebido en el llamado Plan Bigador, aprobado en 1946, cuyo propósito era construir una inmensa manzana de oficinas ubicada en las afueras de la ciudad que contaría con tres anillos soterrados para circulación rodada y aparcamientos. Además tendría una gran estación ferroviaria, la estación de Nuevos Ministerios. En el proyecto hubo otros elementos que nunca llegaron a hacerse realidad, como un jardín botánico, un teatro de la ópera o una biblioteca.

El proyecto dio sus primeros pasos en 1954, cuando la Comisaría General de Ordenación Urbana de Madrid convocó un concurso para la ordenación de la manzana de AZCA. Ese mismo año se falló el concurso, resultando ganador el proyecto elaborado por el arquitecto Antonio Perpiñá, el cual se había inspirado en el modelo del Rockefeller Center de Nueva York. Tras la aprobación definitiva del proyecto, en el que se incluyeron algunas modificaciones producidas en 1964, pudieron comenzar las obras en 1968 con el primer solar, que pertenecía a El Corte Inglés. No terminaron las obras hasta el año 2000, fecha en la que se urbanizó el último de los solares del proyecto, curiosamente también perteneciente a El Corte Inglés.

Bajos de AZCA - ©JMPhotographia
Bajos de AZCA - ©JMPhotographia

En la década de los 90 y de los 2000 AZCA experimentó un impactante proceso de deterioro, abandono y degeneración que acabó convirtiendo a la zona en un lugar inseguro. A partir de finales de la década de los 2000 se han producido diferentes actuaciones que han permitido revitalizar AZCA, que ha podido recuperar algo de su anterior esplendor. Entre 2016 y 2017 tres edificios sufrieron renovaciones, entre ellos el llamado Edificio Castellana 79, contiguo al de Castellana 81, en el que se ha abierto la tienda de ZARA más grande de España.

Una vez atravesados los túneles llegamos a un amplio espacio desde el que hay accesos a varios edificios. El primero que nos encontramos es un edificio de oficinas que recientemente ha sido remodelado y al que han añadido unas lamas verticales curvadas que por la noche se iluminan de colores y son su nueva seña de identidad. Oficialmente, su nombre es Edificio Castellana 77, fue diseñado por el arquitecto Manuel Aymerich, tiene 68 metros de altura y 18 plantas y anteriormente fue conocido como Edificio de la Cristalería Española, Torre Saint Gobain y Edificio Ederra.

Edificio Castellana 77 - ©JMPhotographia
Edificio Castellana 77 - ©JMPhotographia

Muy cerca de este edificio hay otro que recibe el nombre de Torre Alfredo Mahou, que con sus 85 metros de altura y 29 plantas ocupa el lugar décimo séptimo en la lista de edificios más altos de Madrid. Fue construido entre 1987 y 1990 siguiendo los planos concebidos por los arquitectos Raúl Eduardo Salata y Arquitectos Asociados S. A. Salvando mucho las distancias tiene cierto parecido con el Edificio MetLife de Nueva York, por su fachada semicircular. A pesar del logo que aparece en su remate, la empresa Adeslas no tiene ninguna oficina en este edificio, por lo que se trata de un cartel simplemente de carácter publicitario. Actualmente su propietario es la Mutua Madrileña.

Edificio Mahou - ©JMPhotographia
Edificio Mahou - ©JMPhotographia

Antes de caminar hacia la Torre Picasso, que es nuestro siguiente objetivo, tenemos que cruzar, -o rodear-, la llamada Plaza de AZCA, un espacio cuadrado que contiene, más o menos, un pequeño estanque también cuadrado en su más o menos centro en torno al cual se dibuja una serie de espacios ajardinados. Su posición, justo en el centro de la supermanzana denota que su presencia allí es necesaria para dejar un poco de espacio entre rascacielos y dar un toque de verdor y naturaleza en medio de tanto hormigón y acero. La triste realidad es que es una plaza un tanto desangelada, lo cual no es extraño en una zona que es para trabajar y para pasar más que para simplemente estar.

Es cierto que el estanque da algo de vidilla al entorno y sirve de refresco en los días de canícula para humanos y perritos, y que las gradas que se presentan frente al estanque invitan al descanso, aunque sea a la hora del almuerzo para devorar el bocadillo o la ensalada.

Estanque de la Plaza de AZCA - ©JMPhotographia
Estanque de la Plaza de AZCA - ©JMPhotographia

Una vez dejada atrás la Plaza de AZCA con sus espacios verdes y su estanque, entramos en la Plaza de Pablo Ruiz Picasso, donde reina la Torre Picasso, un edificio que en los 90 fue una especie de emblema de la modernidad de Madrid, creo que sobre todo porque en su época fue el edificio más alto de la ciudad y porque tenía allí sus oficinas y sus platós el recién creado Canal+, que en cierta manera también era por aquel entonces y en sí mismo un emblema de modernidad: una televisión privada y de pago.

La Torre Picasso ya no es el edificio más alto de Madrid, tampoco el segundo o el tercero. Con la erección de las Cuatro Torres del CTBA este edificio ha descendido de golpe desde el primero hasta el quinto puesto en la lista de los edificios más altos de la ciudad. Es también el décimo edificio más alto si la lista se amplía a todos los edificios de España. Es un diseño del arquitecto de origen japonés Minoru Yamasaki, que fue autor también de las antiguas torres del World Trade Center de Nueva York abatidas por terroristas suicidas el 11 de septiembre de 2001.

Edificio Picasso - ©JMPhotographia
Edificio Picasso - ©JMPhotographia

En la actualidad es propiedad de Amancio Ortega, presidente de Inditex, y sirve de sede para diversas empresas como Deloitte o Google. A pesar de haber sido superada en altura por las torres del CTBA no lo han sido sus ascensores en rapidez de desplazamiento, ya que uno de ellos sigue siendo el más rápido de España, con una velocidad de 6 metros por segundo. La Torre Picasso alcanza una altura de 157 metros y tiene 43 plantas. Fue proyectada en fecha tan temprana con 1974 pero no comenzó su construcción hasta 1982, una obra que fue notablemente larga, ya que duró 6 años. Es exactamente igual a otro edificio diseñado por Yamasaki en la ciudad de Seattle, la Rainier Tower, a excepción de la parte de abajo, que es notablemente distinta y, de hecho, el elemento distintivo del edificio de Seattle.

Vamos ahora a dejar esta zona y a volver al Paseo de la Castellana para detenernos un momento en otro edificio muy de Madrid, o al menos para mí, que vivo en esta zona, lo es. Torre Europa está en el Paseo de la Castellana pero pegado a la Plaza de Lima, tiene 120 metros de altura y 32 plantas y es actualmente el séptimo edificio más alto de la ciudad.

Torre Europa - ©JMPhotographia
Torre Europa - ©JMPhotographia

Este rascacielos recibió en un primer momento el nombre de Torre de Empsa. Sus obras comenzaron en 1974 y concluyeron en 1985, es decir, sus trabajos duraron nada menos que 11 años. Su arquitecto fue Miguel de Oriol e Ybarra, quien concibió una fachada inspirada en los edificios del World Trade Center de Nueva York y una planta con una forma bastante original. Muy característico de este edificio es el reloj de forma ovalada en la mitad del alzado. Este rascacielos fue pensado para ser sede del Banco Hispano Americano, pero antes de poder instalarse allí, la entidad vendió el edificio a un grupo inversor de capital español y extranjero. Fue sede de Caja Madrid primero y de KPMG después, y actualmente alberga oficinas de diversas empresas.

En octubre de 1990, Torre Europa sufrió un incendio en la plata 29 que no tuvo consecuencias. Peor fue el atentado que la banda terrorista ETA ejecutó el 1 de mayo de 2002 con 20 kilos de explosivos, aunque, por fortuna, sólo ocasionó algunos daños en las ventanas de los primeros pisos.

Entre los años 2016 y 2018, tras la marcha de KPMG a la Torre de Cristal del CTBA, los dueños del edificio decidieron acometer una remodelación integral para que la efectuaron una inversión de 20 millones de euros. El resultado ha sido un edificio más eficiente energéticamente y una fachada con un nuevo revestimiento metálico que no gustó nada a su arquitecto, ya que Miguel de Oriol ha denunciado el hecho ante el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, que si recordáis, visitamos en un capítulo.

Terminamos aquí la primera parte de este barrio de Cuatro Caminos, un poco exhaustos por la cantidad de información que hemos tenido que buscar e incluir en este capítulo. Nos hemos adentrado en un barrio que se nos ha mostrado diametralmente distinto al barrio anterior de Bellas Vistas, parecido a él en la parte que toca a la calle de Bravo Murillo, pero muy distinto conforme nos hemos ido acercando al Paseo de la Castellana. Los edificios bajos y comercios de barrio han dado paso, según caminábamos, a edificios altos de oficinas y comercios de carácter franquiciado e internacional. Hemos conocido el grandioso Mercado de Maravillas y la Glorieta de Cuatro Caminos, pero también la novísima Torre Titania y todo el entramado de bajos y túneles de la supermanzana de AZCA, y también los más importantes de sus edificios, de los cuales tienen la primacía la Torre Picasso y Torre Europa.

En el siguiente capítulo terminaremos nuestro paseo por el barrio de Cuatro Caminos visitando el Palacio de Congresos y de Exposiciones, las calles de Orense y de Edgar Neville (antigua calle del General Moscardó), hablaremos de dos iglesias importantes, un museo muy peculiar, un mercado desconocido y terminaremos en el Ministerio de Defensa. Si te ha gustado este capítulo, el siguiente te gustará también, y puede que un poco más, porque será con toda seguridad más ligerito. ¿Nos vemos?

Todas las fotos de la primera parte del recorrido fotográfico por el barrio de Cuatro Caminos:

Todos los días una nueva foto en color del proyecto en Instagram. JMPhotographia en las redes sociales:

5 comentarios en “[Cap. 47] Conociendo mi ciudad: Cuatro Caminos (Tetuán) 1ª parte”

  1. Me resulta bastante extraño que en una ruta desde la Glorieta hasta Azca, transitando todo Raimundo Fernandez Villaverde, no se nombre siquiera la Iglesia Madre del Divino Pastor, capilla del antiguo Hospital de Jornaleros, hoy Palacio de Maudes

    1. Hola María. El Hospital del Jornaleros está en puridad en el distrito de Chamberí, ya que está en el lado de la calle de Raimundo Fernández Villaverde que da al sur. Es el barrio de Rios Rosas. Llegará, con el tiempo llegará. Gracias por tu comentario.

  2. Gran trabajo. Pero tiene un error. El CEIP actual Jaime Vera fue inaugurado con ese nombre como uno de los seis primeros grandes Grupos Escolares que tuvo Madrid: «Jaime Vera», «Pardo Bazán», «Joaquín Costa», «Concepción Arenal», «Pérez Galdós» y «Menéndez Pelayo» inaugurados entre 1929 y 1930. Fue durante la dictadura de Franco cuando se le cambió el nombre a Zumalacarregui. Con la vuelta de la democracia recuperó su nombre genuino y la placa original con el nombre del ilustre neurólogo, el doctor Jaime Vera

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