[Cap. 50] Conociendo mi ciudad: Almenara (Tetuán)

Comencemos con el cuarto barrio del distrito de Tetuán, que recibe el nombre de Almenara. Como ya comenté en el capítulo anterior, Almenara no es un barrio que destaque por nada en particular: no es bonito, no es antiguo, no es dinámico, no contiene grandes edificios ni historias que agraden a la audiencia. Para mí es un barrio querido porque lo tengo aquí al lado y lo he caminado muchas veces, aunque también lo he sufrido. La única vez que sufrí un robo violento en toda mi vida se dio en este barrio, pero vista la experiencia de años y años caminando por sus calles, puedo decir que aquello, que además pasó hace mucho tiempo, fue algo anecdótico.

El barrio de Almenara tiene una extensión de casi 100 hectáreas (99,94 hectáreas en concreto) y una población cercana a los 23 mil habitantes, lo que genera una densidad de población de 230 habitantes por hectárea. A pesar de su nombre oficial, para mí y para muchos que vivimos por esta zona, este barrio siempre ha recibido el nombre de La Ventilla, aunque quizá, nuestra delimitación no pasaba de la Avenida de Asturias.

Hace un momento he dicho que no es un barrio antiguo, lo cual, en puridad, no es una verdad en sí misma. Almenara es un barrio que ha sido altamente rehabilitado desde los últimos años del siglo XX, de suerte que no son infrecuentes las edificaciones de viviendas de ladrillo modernas y de otros inmuebles decorados de forma muy viva y creativa, siguiendo el signo de los tiempos. Todas las casas que no han sido rehabilitadas tienen una notable antigüedad, quizá, en algunos casos, comparable al resto de casas antiguas de Tetuán.

Volvemos sobre nuestros pasos por la calle de Bravo Murillo en dirección a la Glorieta de Cuatro Caminos. Casi enfrente del Triángulo de Oro encontramos nuestro primer punto de interés, que no es otro que el edificio de la Junta Municipal del Distrito de Tetuán, en el número 357 de la calle. Este inmueble destaca por tener una fachada quizá más elegante que aquella de los edificios circundantes, pues está acabada en colores pasteles rosa y gris y corresponde a un edificio público.

Junta Municipal del distrito de Tetuán - @JMPhotographia

El edificio fue construido en plena Segunda República, entre los años 1934 y 1935, según he podido saber, para ser el ayuntamiento, pero en principio no de Tetuán de las Victorias, sino de Chamartín de la Rosa, ya que Tetuán pertenecía por aquellos tiempos al pueblo de Chamartín. Tetuán se desgajó de Chamartín y se unió a Madrid antes de que lo hiciera el propio pueblo de Chamartín. En aquellos tiempos el ayuntamiento de Chamartín tenía unas dependencias destinadas a calabozos, otras a unos juzgados y hasta una casa de socorro. En la actualidad no queda nada de aquello y sus espacios se usan para la gestión de servicios a la ciudadanía en su mayor parte, aunque también hay una pequeña biblioteca, un archivo y una sala de exposiciones.

Justo detrás de la Junta Municipal se ha habilitado recientemente un edificio para añadir nuevos servicios a la ciudadanía. Se trata de un nuevo edificio cuyo acceso está en la calle de Simancas que contrasta sobremanera con el clasicismo de la Junta de Distrito. Se trata de un edificio moderno acabado en cristal de tinte oscuro que cuenta con una superficie de 5.348 metros cuadrados. Es la sede de la OAC, Oficina de Atención a la Ciudadanía en el distrito de Tetuán, y por lo tanto actúa bajo la designación de Línea Madrid, que es la marca que identifica la atención a la ciudadanía dentro del Ayuntamiento de Madrid integrando los distintos medios y canales que el ayuntamiento pone a disposición para relacionarse con el ciudadano y viceversa. Estos canales son actualmente tres: telefónico (teléfono 010), presencial (Red de oficinas Línea Madrid, como esta) y a través de internet, para lo cual se cuenta con tres medios distintos: una página web, una cuenta de Twitter y una cuenta de Facebook.

Calle de Simancas - @JMPhotographia

Precisamente la calle de Simancas nos conduce en dirección este hasta la Avenida de Asturias. Esta vía es la más grande que atraviesa el barrio y además lo parte en dos mitades, aunque dos mitades bastante desiguales en extensión, ya que la parte que queda al sur es mucho más pequeña que la parte que queda al norte. Justo donde la calle de Simancas irrumpe en la Avenida de Asturias veremos un grandísimo edificio que actualmente está en construcción erigiéndose en el lugar donde estaban unas antiguas cocheras del Metro de Madrid.

En realidad, nadie ha comprado esa parcela, sigue siendo de Metro de Madrid y el edificio que se está levantando va a servir como sede de la empresa que gestiona el ferrocarril metropolitano. A pesar de estar prevista la inauguración de la sede para este 2020 viendo el estado del edificio en la actualidad puedo aseguraros que dicha inauguración no tendrá lugar este año, seguramente por culpa del Covid-19.

Una vez se termine el edificio principal, -que todavía está bastante inacabado, por cierto-, el proyecto contempla la construcción de otros edificios menores que formarán un complejo que han denominado Centro Tecnológico Administrativo que incluirá, entre otras cosas, un Museo del Transporte y un gran jardín. La idea de este complejo es reubicar y centralizar los principales servicios administrativos y de control de Metro de Madrid en un mismo lugar diseñado especialmente para ser ecológico, sostenible y todas esas cosas que son necesarias actualmente para construir un edificio.

Obras de la nueva sede de Metro de Madrid - @JMPhotographia

Como hemos ya dicho, el solar de más de 18 mil metros cuadrados utilizado estuvo desde 1965 ocupado por la cochera de los trenes de la Línea 1 del Metro, que se mantuvo activa hasta hace unos pocos años, concretamente hasta 2013. A lo largo de los últimos tiempos he ido viendo como aquello se iba desmontando a un ritmo muy pausado, porque el amasijo de vías que allí se podía ver desapareció, así como los edificios, para dar paso a un solar vacuo y sin vida en el que ahora se levanta un edificio que más de una vez me ha parecido un mamotreto. Veremos como queda cuando esté terminado.

Avanzamos por la Avenida de Asturias en dirección noroeste y giramos de nuevo hacia el sur por la calle del Cañaveral. La idea es llegar a la calle de Marcelina, con la que volveremos a dirigirnos en dirección noroeste hasta llegar a la Biblioteca Pública Municipal María Zambrano y al Centro Cultural Eduardo Úrculo. La biblioteca fue inaugurada en 2010 y, en puridad, está ubicada dentro del Centro Cultural, que fue inaugurado sólo un año antes, en 2009.

Antes de la inauguración de esta biblioteca, la biblioteca del distrito de Tetuán estaba ubicada, desde 1982, en el propio edificio de la Junta Municipal del que ya hemos hablado. Lo cierto que es la biblioteca del distrito merecía una sede mejor, más grande y más adecuada, y por ello fue inaugurada por el alcalde de aquel entonces, Alberto Ruiz Gallardón y por la delegada del Área de las Artes, Alicia Moreno, en este edificio que alberga también el Centro Cultural Eduardo Úrculo.

Biblioteca María Zambrano y Centro Cultural Eduardo Úrculo - @JMPhotographia

Respecto a éste, hay que decir que realiza habitualmente diversos eventos relacionados con el arte, presentaciones de libros y discos, exposiciones de todo ámbito, espectáculos de danza y teatro, etc. El edificio cuenta con 2 salas de exposiciones, 1 salón de actos y auditorio con un aforo de hasta 430 personas, 4 salas de ensayo, 12 aulas y una zona de WiFi gratuito en la planta baja.

Girando a la derecha por la misma calle de Montoya que da a la fachada oeste del edificio del centro cultural, nos dirigimos hacia el norte para dar de nuevo con la Avenida de Asturias. Ahora es momento de hablar del mercadillo que, normalmente, todos los domingos se levanta en esta vía. Y decimos normalmente porque con la pandemia de Covid-19 que estamos viviendo, este mercadillo, -como su hermano mayor del centro-, ha visto paralizada su actividad, aunque recientemente ha recibido el visto bueno y ha reanudado su actividad.

Avenida de Asturias - @JMPhotographia

El mercadillo se realiza todos los domingos de 9 a 14 y para su realización requiere del desvío de dos líneas de autobús, concretamente la 42 y la 177. El mercadillo ha vuelto a realizarse con unas restricciones muy fuertes que no han sido del agrado de los propios comerciantes, que elevaron sus quejas al Ayuntamiento. Sólo ha sido autorizado para la vuelta un tercio de los puestos habituales estableciendo una distancia entre ellos para garantizar la seguridad. También se ha limitado la asistencia de clientes, puesto que, cuando se levanta el mercado se establecen unos accesos a él.

Antes de la pandemia había un total de 296 puestos y tras la reapertura fueron colocados únicamente 85 de ellos, de tal manera que cada comerciante que no se dedica al ramo de la alimentación sólo puede trabajar un domingo al mes, lo cual es insuficiente para ellos, que piden un 50% semanal para poder trabajar dos domingos al mes.

Una vez atravesada la Avenida de Asturias y continuando por la calle de Montoya nos topamos con la esquina del Centro Deportivo Municipal Antonio Díaz Miguel, que lleva el nombre del célebre jugador y posteriormente entrenador de baloncesto manchego que cosechó grandes éxitos con la selección española, a la que dirigió ni más ni menos que durante 27 años en diversas etapas.

El edificio de este polideportivo municipal es tosco y feo, por lo menos a mis ojos, ya que se trata de un cubo gris y alto con ventanas de diferentes tamaños y repartidas aleatoriamente en las fachadas. Bonito no es, creo que objetivamente, aunque no soy el dueño de los gustos universales. El polideportivo cuenta con una superficie total de 8.455 metros cuadrados, piscina de 25 metros y vaso de enseñanza, 3 salas multiusos y sala de musculación. Entre los deportes que se pueden practicar están el baloncesto, el balonmano, el fútbol sala y, por supuesto, la natación. Como en todos los centros municipales de este tipo se imparten enseñanzas deportivas en etapa preinfantil, infantil, juvenil, adulta y de mayores de 65 años, así como también para personas con discapacidad.

Centro Deportivo Municipal Antonio Díaz Miguel - @JMPhotographia

El centro, como algunos otros, estaba gestionado hasta 2018 por una empresa privada, en este caso por una llamada Básico Sport Center, y la verdad es que no sé si esa gestión fue al final prologada o si el Ayuntamiento remunicipalizó los servicios de este polideportivo, como era por aquel entonces su intención. Sospecho que así se hizo, ya que recientemente ha habido alguna protesta de los usuarios por el deterioro de los materiales de la sala de musculación que se llevó a cabo en la Junta de Distrito y no en la sede de ninguna empresa, aunque eso tampoco quiere decir nada.

La calle de San Benito hacia el este corre paralela a la Avenida de Asturias y nos acerca de nuevo a la Plaza de Castilla. Justo en la esquina noroeste del solar donde se está levantando la nueva sede de Metro de Madrid giramos a la izquierda por la calle de las Magnolias, por la que nos dirigimos hacia el norte. En la intersección de ésta con la calle de los Mártires de la Ventilla está el Centro de Formación Padre Piquery su parroquia adscrita, la Parroquia de San Francisco Javier y de San Luis Gonzaga.

El colegio Padre Piquer, -vamos a llamarlo así por comodidad-, es un colegio concertado en un barrio de los llamados “pobres”. Ya lo hemos mentado en “Conociendo mi ciudad” al mencionarlo como un colegio adscrito al Colegio San Antonio en el que los estudiantes de éste puede continuar sus estudios de segundo ciclo. Se trata de un colegio que tiene a día de hoy más de 50 años de historia y que nació en el barrio donde nació para dar respuesta a una situación de desventaja social y económica de las familias del barrio. Está inscrito en la Fundación Montemadrid y es dirigido por la Compañía de Jesús desde su misma fundación.

Colegio Padre Piquer y Parroquia de San Francisco Javier - @JMPhotographia

Tengo una experiencia personal con este colegio. Cuando era muy pequeño mis padres me llevaron a una entrevista para ver si me podían coger en ese centro y… no lo hicieron. Si no recuerdo mal, la prueba que me hicieron pasar consistió en poco más que escribir mi nombre en un papel: el resto lo hicieron mis padres. Desde aquel tiempo las cosas han cambiado y la sociedad también. Aquel colegio algo elitista ha tenido que abrir sus criterios de aceptación debido al aumento de inmigración histórico que hemos vivido desde los años 80 hasta nuestros días. Ahora la inclusión es un pilar básico de su modelo y ha aceptado la diversidad como fuente de enriquecimiento. H0y el colegio Padre Piquer tiene más de 1.100 alumnos de más de 35 nacionalidades diferentes en sus aulas, las cuales incluyen ESO, Bachillerato y FP.

Junto al colegio está la Parroquia de San Francisco Javier y de San Luis Gonzaga, que es la parroquia que la Compañía de Jesús construyó para el propio colegio, ¿o es el colegio el que fue construido para la parroquia? No lo sé, quizá. El hecho es que algunos hablan de que la parroquia es el verdadero centro de todo y que de ella emergen cuatro vértices que dan servicio al barrio: la formación y la educación que viene de parte del colegio, el servicio de la fe y el centro social de inmigrantes que daría la propia parroquia y, finalmente, el centro de emprendimiento y de creación de empleo que está situado en la llamada Casa San Ignacio.

Seguimos caminando hacia el este por la calle de los Mártires de la Ventilla hasta tomar la calle de San Aquilino hacia el norte y llegar a la Plaza de Este. Esta es la primera de las tres plazas con nombres de puntos cardinales que hay en el barrio, y de verdad, desconozco por qué falta una plaza dedicada a uno de los puntos cardinales. La Plaza del Este es un espacio modesto de forma rectangular ocupado por varios bancos y algo más de una decena de árboles, no hay mucho más que decir.

De una plaza vamos a otra, que más bien diríase un parque. La calle de Matilde Landa es la continuación de la Plaza del Este hacia el oeste. La segunda calle que cruza es la calle del Cavañeral, que tomada hacia el sur nos conduce de nuevo a la calle de los Mártires de la Ventilla. Dejamos pues, a nuestras espaldas, el colegio Padre Piquer y nos dirigimos hacia el oeste. Justo delante del Centro Deportivo Municipal Antonio Díaz Miguel del que ya hemos hablado, en la fachada norte, está la Plaza de Joaquín Dicenta.

Estamos hablando de un espacio ligeramente rectangular, más grande que la Plaza del Este y que ocupa el espacio de una manzana. Decimos que podría llamarse parque porque tiene abundantes zonas verdes y caminos que la recorren especialmente habilitados para ello. Lo negativo, y volvemos a lo estético, es que está muy presente en su entorno la fachada del polideportivo más feo que he conocido.

Continuando por la calle de los Mártires de la Ventilla un poco más llegamos a la tercera plaza consecutiva. Esta recibe el nombre de Plaza del Oeste y está orientada hacia el eje norte-sur, ya que también tiene una forma ligeramente rectangular. Esta plaza es más pequeña aún que la Plaza del Este y sólo tiene un par de árboles en su centro, ya que es más una rotonda que una plaza.

Plaza del Oeste - @JMPhotographia

Curiosamente, del norte de la Plaza de Oeste sale la calle de Matilde Landa, calle por la que ya hemos transitado y que conecta las plazas del Este y del Oeste, pero que también atraviesa la Plaza del Norte, y a la que nos dirigimos a continuación.

La Plaza del Norte, sin duda, es la plaza más bonita y con una naturaleza más digna y mayor derecho a ser llamada plaza. Toda esa zona es muy reciente, con edificios muy nuevos, algunos de los cuales todavía están en construcción. De hecho, la parte de la calle de Matilde Landa entre las plazas del Oeste y del Norte está jalonada por numerosos chalets en etapa de construcción, mientras que la propia Plaza del Norte está rodeada por edificios un poco más altos, de almenos tres alturas.

Plaza del Norte - @JMPhotographia

El concepto de la Plaza del Norte recuerda a una especie de Plaza Mayor, ya que está rodeada por fachadas, si bien hay vías medianeras entre el espacio de la plaza y las fachadas circundantes, al menos en tres de sus cuatro lados, ya que uno da a la Vía Límite y al Parque de los Pinos. Todo está muy nuevo, las fachadas están muy blancas y al sol puede llegar a ser un tanto cegadora la experiencia de estar allí.

El Parque de la Ventilla o Parque de los Pinos ocupa buena parte de la zona norte del barrio de Almenara. Se trata de un parque alargado que, además de los pinos que le dan uno de sus nombres, contiene múltiples senderos en diferentes alturas que conectan la Vía Límite, que está más baja con la calle de Sinesio Delgado, que serpentea más arriba.

Parque de la Ventilla - @JMPhotographia

Dentro del parque hay un par de pistas deportivas, separadas bastante la una de la otra, el Instituto de Educación Secundaria Tetuán de las Victorias y, pegado a este, otro instituto, el Grupo Escolar Felipe II, y una comisaría de la policía municipal, y en el otro extremo del parque una residencia de ancianos. Se trata de un parque forestal, es decir, no es un parque típicamente urbano sino más bien un pedazo de bosque dentro de la ciudad. Tiene zonas para hacer picnic, aparatos de entrenamiento deportivo y un área canina.

Los vecinos no están nada contentos con el mantenimiento que el Ayuntamiento realiza en el parque y recientemente organizaron una limpieza general del lugar, aquejado de falta de limpieza y lleno de latas, envases y otros desechos no deseados.

Atravesamos el Parque de la Ventilla más o menos por el centro y ascendemos por sus senderos hasta la calle de Sinesio Delgado, con la cual vamos a acercarnos hasta el final de este recorrido. La calle de Sinesio Delgado conecta el llamado Barrio del Pilar con el Paseo de la Castellana flanqueado el Parque de la Ventilla con una carretera serpenteante. Es también el límite entre el distrito de Tetuán y el de Fuencarral-El Pardo, por lo que lo que hay en la otra parte de la calle lo trataremos en el capítulo correspondiente.

Calle de Sinesio Delgado - @JMPhotographia

Llegados al Paseo de la Castellana terminamos el recorrido por este barrio de Almenara. Por fortuna para mí estoy a unos 100 metros de mi casa. El viaje de vuelta es muy corto, cosa que se agradece mucho, ya que este paseo lo hice con bastante sol y calor.

Hasta aquí nuestro recorrido por el barrio de Almenara, un barrio con historia pero quizá con pocas señas de identidad y que, por ello mismo, no ha acusado la grandísima rehabilitación de inmuebles que ha sufrido la zona. Efectivamente, aunque quedan casas viejas, la sensación que tiene un paseante es que abundan más los edificios de reciente construcción, de hechuras modernas, aunque no sé hasta qué punto estos edificios modernos contarán con los beneficios de los edificios modernos, porque desconozco cómo estará el tema de los garajes particulares y si en el barrio hay espacio para ellos. Hemos visitado las obras de la futura sede del Metro de Madrid, un colegio como el Padre Piquer, un polideportivo como el de Antonio Díaz Miguel, y unas cuantas plazas, mucho más no hay.

En el siguiente capítulo bajaremos de nuevo hacia el sur para visitar el barrio de Valdeacederas, el segundo más grande del distrito de Tetuán por muy poco, después del barrio de Cuatro Caminos. Visitaremos la calle de Pinos Alta, el Paseo de la Dirección, el Parque de Agustín Rodríguez Sahagún, la calle del Capitán Blanco Argibay y la Plaza de la Remonta, para bajar por la calle de Bravo Murillo y terminar en el Mercado Municipal de Tetuán, junto a la calle de Sor Ángela de la Cruz. Pronto conoceremos el barrio de las casas desacopladas, y ya veréis por qué lo digo. Os espero en el barrio de Valdeacederas.

Todas las fotos del recorrido fotográfico por el barrio de Almenara:

Todos los días una nueva foto en color del proyecto en Instagram. JMPhotographia en las redes sociales:

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