El contraste en la fotografía en blanco y negro

Todos sabemos que la fotografía recorrió sus primeros pasos en un mundo que era en blanco y negro. Fue este un mundo que llegó a hacerse mágico, a contar historias maravillosas, algunas incluso perfectas, que fueron contadas por fotógrafos que llegaron a hacerse expertos en ese recién creado lenguaje que era la fotografía en blanco y negro.

La fotografía se expresa a través de diferentes contrastes, en realidad, prácticamente cualquier tipo de contraste que se nos pueda ocurrir tiene su efecto en la fotografía. Si pensamos en la fotografía en color, la luz y las sombras conforman un contraste; lo saturado y lo no saturado forma otro contraste: lo que contiene líneas y lo que no contiene líneas forma otro contraste; el espacio lleno y el espacio vacío forma otro contraste; el mar y la tierra forman otro contraste; lo circular y lo no circular forma otro contraste, y así podríamos mencionar cualquier cosa que, mediante una oposición se diferencia con otra cosa genere contraste.

El contraste fija las formas - ©JMPhotographia
El contraste fija las formas - ©JMPhotographia
El contraste de color a veces también coincide con un contraste de posición - ©JMPhotographia
El contraste de color a veces también coincide con un contraste de posición - ©JMPhotographia

En la fotografía en blanco y negro el más importante de todos los contrastes es el que se ocasiona con el blanco y el negro, aprovechando toda la amplia gama de grises intermedios que se generan entre los dos extremos.

Pero antes de entrar en materia, digamos alguna cosa más sobre la fotografía en blanco y negro. A pesar de que antes era el único tipo de fotografía que se podía hacer, hoy es casi como un género de fotografía dentro de un amplio abanico de géneros fotográficos. Evidentemente, esto no es realmente así, ya que podríamos tratar el blanco y negro como un código más que como un género fotográfico. El blanco y negro es un código en el que se expresan los fotógrafos, un código que contiene infinidad de géneros fotográficos, exactamente como ocurre con la fotografía en color.

La fotografía monocromática, donde realmente sólo hay un color, el gris, plasmado en múltiples intensidades variables; es atemporal, ya que nunca ha pasado ni pasará de moda. Siempre ha contado con ingentes cantidades de fotógrafos entusiastas que lo han amado, desarrollado y entendido como una forma íntima de expresarse, y muy versátil además, ya que podemos desarrollar la fotografía monocromática en retratos, paisajes, fotografía urbana, macro, fotografía social o de arquitectura.

El contraste marca las líneas y el ritmo (las repeticiones) - ©JMPhotographia
El contraste marca las líneas y el ritmo (las repeticiones) - ©JMPhotographia
El contraste ayuda a dar modelar la cara y da fuerza a la mirada - ©JMPhotographia
El contraste ayuda a dar modelar la cara y da fuerza a la mirada - ©JMPhotographia
El contraste puede ser un aliado de la fotografía artística e imaginativa - ©JMPhotographia
El contraste puede ser un aliado de la fotografía artística e imaginativa - ©JMPhotographia

La propia naturaleza de la fotografía del blanco y negro, donde no existen las distracciones propias del color, convierte a esta en algo más emocional y primitivo, donde hay otras prioridades para la vista y la percepción. Aquí la línea y las formas geométricas alcanzan un grado de pureza que es imposible percibir en color. Los retratos en blanco y negro tienen mayor fuerza porque aumentan la carga emocional que transmiten a quien los mira, refuerzan la nostalgia y el instinto animal que emana de la persona retratada y que llega sin perder un gramo de carácter a la persona que mira.

En blanco y negro el grano o ruido que se genera al subir el ISO de nuestra cámara se notará un poco más, pero eliminarlo o minimizarlo de nuestras fotografías no tiene que ser un quebradero de cabeza que nos traiga por el camino de la amargura, ya que el grano (ahora llamado ruido) es también más aceptable en este tipo de fotografía. Algo similar podríamos decir de los días nublados, que con ese aire tristón y melancólico resultan ser días muy buenos para hacer fotografía en blanco y negro.

Y, por último, por no alargar más esta publicación, otro elemento muy importante de la fotografía que se hace más grande en el tratamiento en blanco y negro de la imagen es la composición. Efectivamente, la ausencia del color debe servirnos para ahondar más en cómo y de qué manera fijamos nuestra atención a la hora de realizar nuestros encuadres. Consciente o inconscientemente, como fotógrafos de blanco y negro buscamos líneas, patrones repetitivos, texturas y si, el contraste de las cosas, de casi todas.

...y también para el mundo onírico y de las sombras - ©JMPhotographia
...y también para el mundo onírico y de las sombras - ©JMPhotographia
Incluso funciona bien en Carlos Moraleda - ©JMPhotographia
Incluso funciona bien en Carlos Moraleda - ©JMPhotographia

Me he decidido a escribir esta publicación dedicada al contraste en la fotografía en blanco y negro porque hoy en día veo muchas fotos monocromáticas que no usan para su propio beneficio el contraste. Evidentemente cada uno tiene su gusto y lo que yo cuento aquí es el mío. Seguramente no será difícil ponerse de acuerdo en qué cantidad mínima de contraste necesitan las fotos. Seguramente también yo siempre vaya un poco más allá de lo que puedan ir otros.

A mí me gustan las fotos contrastadas, y eso a pesar de que mayor contraste conlleva mayor pérdida de información en los negros. Sin embargo, considero que la naturaleza del blanco y negro es el contraste, incluso a veces hasta llegar a la silueta. Si hoy podemos hacer fotos en color y en blanco y negro, nada hay de malo en contrastar el blanco y negro incluso perdiendo información, “el blanco y negro es así” para mí.

Si a vosotros no os gusta este contraste y preferís fotos en las que haya mucha información tanto en las luces como en las sombras, no pasa absolutamente nada. No estáis haciendo nada mal, sólo estáis siendo fieles a la cultura visual que os agrada más y que, en mi opinión, es menos independiente de la cultura del color, pero no por ello mejor ni peor que el blanco y negro más tradicional.

Para mí, una foto en blanco y negro jamás será una foto en color pasada a blanco y negro. La fotografía le debe muchísimo al blanco y negro, y aunque a algunos no les guste por algún tiempo de aversión o modernismo mal entendido; creo que el blanco y negro tiene que conservar su propia identidad, ya que tiene capacidades exclusivas para contar verdades.

Fotografía con poco contraste - @JMPhotographia
Fotografía con poco contraste - @JMPhotographia
Fotografía con más contraste - @JMPhotographia
Fotografía con más contraste - @JMPhotographia
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