[Cap. 52] Conociendo mi ciudad: Berruguete (Tetuán)

Ya estamos aquí para hablar del barrio de Berruguete, con el que vamos a terminar nuestro recorrido por el distrito de Tetuán. Berruguete forma, junto a Almenara, Valdeacederas y Bellas Vistas, una de las dos realidades que presenta Tetuán, la parte de viviendas bajas y de carácter humilde en contraposición a los otros tres barrios, que representan la parte comercial de edificios altos de oficinas.

Berruguete no nos va a traer grandes monumentos, -de hecho seguramente no tiene ninguno-, ni calles comerciales de grandes firmas, -que probablemente tampoco tiene ninguna-, sino calles populares, negocios pequeños, vecindades próximas y barrio, porque es sobre todo eso, un barrio hecho de gente. Un barrio pequeño, por cierto, el más pequeño de todo Tetuán, de hecho, pero también el más densamente poblado, ya que sus 25 mil habitantes ocupan un espacio de 60,71 hectáreas, lo que da un total de 426 habitantes por hectárea.

Comenzamos el recorrido donde terminamos el capítulo anterior, en el Mercado Municipal de Tetuán. Tomamos la calle del Marqués de Viana hacia el noroeste, una calle que media entre la de Sor Ángela de la Cruz y la de Villaamil, que es una de las calles más importantes del barrio y que recorreremos más tarde. Esta calle hace referencia al marquesado de Viana, título nobiliario creado en el siglo XIX por el rey Alfonso XII a favor de Teobaldo Saavedra y Cueto (1839-1898), hijo de Ángel de Saavedra, tercer duque de Rivas y conocido literato y político, por su apoyo a la restauración de la monarquía en España. No es casualidad que el Palacio de Viana en Madrid esté en la calle del Duque de Rivas.

Calle del Marqués de Viana - ©JMPhotographia

El nombre del título hace referencia a la localidad de Viana de Mondéjar, en el municipio de Trillo, provincia de Guadalajara. En España los marqueses de Viana poseyeron varios palacios, como el ya mencionado Palacio de Viana de Madrid, el Palacio de Viana en Córdoba, el Palacio de Moratalla, en Hornachuelos, también en Córdoba, y el Palacio de Garcíez, en la localidad del mismo nombre en la provincia de Jaén.

La calle del Marqués de Viana es una calle ancha que contrasta con la mayoría de las calles del barrio de Berruguete, si bien hay otras calles anchas que también lo hacen, como la de Ofelia Nieto o, evidentemente, la calle de Bravo Murillo. La tipología de las casas que nos encontramos es la misma que la del barrio de Valdeacederas, incluso con alguna casa desacoplada, si bien hay una diferencia, por lo menos en esta calle: en las fachadas lisas que dan a la calle del Marqués de Viana encontramos varios grafitis muy interesantes y curiosos. De hecho, existe una Ruta de los grafitis en Tetuán de la que os dejo información aquí.

En lo que respecta a los que yo vi, puedo dar cuenta de dos, que realmente son tres, ya que uno de ellos es un grafiti doble. Este que es doble es el primero que me encontré debido a la dirección de mi recorrido. Se trata de dos figuras de espaldas, -un hombre y una mujer-, con la postura de llevar esposas por detrás de la espalda pero sin verse implícitamente dichas esposas. El otro grafiti es una especie de pirámide picuda invertida enhebrada como si fuese una aguja a través de dos agujeros, un grafiti de carácter onírico, sin duda.

Grafitis en la calle del Marqués de Viana - ©JMPhotographia

Al final de la calle del Marqués de Viana hay un descampado que queda a nuestra izquierda a la altura del Paseo de la Dirección, que pasa por allí. Vamos a volver hacia el sureste por la calle de Panizo, que corre paralela al Paseo de la Dirección. La calle de Panizo es estrecha y tiene unas aceras también estrechas, demasiado, y corre recta hasta la calle de Serrallo, pero nosotros la dejamos antes, en la calle de Saúco, para dirigirnos a la calle de Tablada.

La calle que viene antes de la de Saúco, con el nombre de Ricardo Gutiérrez, me impresionó por la pendiente que presentaba. Es una de esas calles que tiene Tetuán que van acompañadas de un juego de escaleras para ayudar al viandante a superar la tremenda pendiente y para dar viabilidad a los portales de las viviendas. Bueno, en realidad, la calle de Saúco tampoco es menos empinada, aunque seguramente lo sea, ya que no tiene el apoyo que suponen los peldaños en las aceras. La pendiente es continua, pero cuando estamos a punto de llegar arriba por fin, diría que todavía presenta una mayor pendiente. No lo negaré, se llega fatigado a la “cumbre”, y mucho más si uno lleva mascarilla, como era el caso.

Cuesta de la calle de Ricardo Gutiérrez - ©JMPhotographia

Esta “cumbre” de la que hablamos es una pequeña plaza cuadrangular sin nombre donde se juntan cuatro vías, a saber: la calle de Saúco, cuya continuación tras la placita es la calle de Tablada, la calle de Nuestra Señora del Carmen que atraviesa el espacio, y la calle de la Huerta del Obispo.

En el número 25 de la calle de Tablada todavía resisten unos míticos locales de ensayo donde mi hermano, -que como ya os he mencionado varias veces es músico-, conoce de primera mano. La verdad es que yo no recuerdo si alguna vez he estado allí, pero diría que no. Estos locales de ensayo son famosos porque allí estuvieron “practicando” bandas famosas como, por ejemplo, Los Rodríguez o La Frontera. Los Locales de Ensayo Tablada 25 llevan abiertos desde 1980, es decir, desde hace más de 40 años a día de hoy.

Desde la calle de Tablada giramos a la derecha para tomar, en dirección sur, la calle de la Hierbabuena. Esta calle acaba desembocando en la calle de Nuestra Señora del Carmen, que a su vez termina ya en la calle de Bravo Murillo, justo donde se ha formado una plaza a la que se ha llamado Plaza del Canal de Isabel II. Durante casi todo este pequeño trayecto queda a nuestra izquierda el Centro Deportivo Municipal Playa Victoria. Este polideportivo está gestionado directamente por el Ayuntamiento de Madrid y cuenta con pistas del pádel al aire libre, una piscina cubierta de 25 metros, una sala de musculación, una sala multiusos ocupada habitualmente por un gimnasio y dos saunas adaptadas para que puedan ser usadas por personas discapacitadas.

Centro Deportivo Playa Victoria - ©JMPhotographia

En el Centro Deportivo Municipal Playa Victoria, además de hacer natación, pádel o musculación, se puede aprender la práctica de algunos deportes, como es el caso de la natación o del karate para los más pequeños y acondicionamiento físico deportivo, aquagym, aeróbic, karate, natación y pilates para los adultos.

La Plaza del Canal de Isabel II, también llamada popularmente “Plaza de las Palomas”, tiene forma de triángulo cuyo uno de sus lados tiene también un ángulo. Este hecho lo convierte, -si se quiere ser más exacto en la descripción-, en un diamante o en la forma del escudo de Supermán. Esta plaza es uno de esos espacios que, de forma habitual, surgen en los márgenes de las calles más transitadas por coches y viandantes como una especie de espacio para aliviar la presión de un ambiente altamente cargado.

Plaza del Canal de Isabel II - ©JMPhotographia

En realidad, no se trata de una plaza bonita para estar, para pasar la tarde leyendo un libro o algo así, sino más bien surge ante los ojos del madrileño que lleva bolsas en sus manos como un descanso para el que patea Bravo Murillo. Tiene bancos para ejercer este derecho constitucional, pero poco más. Los pocos árboles que aparecen allí no están preparados para otorgar la sombra que demandaría cualquier caminante en busca de descanso.

Justo allí sale de Bravo Murillo la calle de Lope de Haro en dirección suroeste. No es una calle larga, ya que muere a los pocos metros cuando se encuentra con la calle de Francos Rodríguez con la que forma, con la ayuda de la propia calle de Bravo Murillo, un triangulo de tres calles bastante diáfano, si miramos un plano de Madrid. La calle de Lope de Haro lleva el nombre de un noble castellano del siglo XIII, bisnieto del rey Alfonso IX de León, que fue señor de Vizcaya y mayordomo y alférez del rey Fernando IV de Castilla. Su principal mérito entre sus muchos méritos, y quizá el motivo por el que tiene una calle en Madrid, fue fundar la villa de Bilbao a partir de una aldea pesquera preexistente.

Calle de Lope de Haro - ©JMPhotographia

La calle de Villaamil surge justo en el lugar en el que la calle de Lope de Haro encuentra a la calle de Francos Rodríguez. Se dirige en dirección noroeste y, atravesando la calle de Ofelia Nieto, acaba por encontrarse con la calle de Sor Ángela de la Cruz, al lado del Camino del Chorrillo y donde pasa por debajo de la calle de Sinesio Delgado. Nosotros no vamos a ir tan lejos, sólo hasta el Paseo de la Dirección, porque nuestro objetivo para finalizar este capítulo es llegar a la calle de Ofelia Nieto.

La calle de Villaamil es una vía importante y populosa que parte casi en dos todo el barrio de Berruguete. A pesar de esta importancia, no es una calle de aceras amplias, sino una vía algo incómoda colmada de pequeños negocios y de una buena afluencia de peatones.

Más o menos a mitad de nuestro recorrido por la calle de Villaamil nos encontramos con un edificio destacado que presenta una torre que rompe con la monotonía arquitectónica de toda la calle. Se trata de un centro educativo propiedad del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, una congregación religiosa con presencia en 94 países cuyo objetivo es la formación integral de la juventud. Esta congregación, relacionada con San Juan Bosco y con los Salesianos, fue fundada el 5 de agosto de 1872 por la religiosa Santa María Dominga Mazzarello (1837-1881), procedente de la ciudad italiana de Mornese, una pequeña localidad al norte de Génova.

Calle de Villaamil y torre de la iglesia del Colegio María Auxiliadora - ©JMPhotographia

La congregación es de caracter internacional, como ya hemos indicado, y está formada por religiosas y seglares en número que supera los 14 mil. En cuando al Colegio de María Auxiliadora, tiene su origen en la beneficencia de la Condesa Viuda de Floridablanca en su empeño de proporcionar al entonces barrio de Bellas Vistas de un centro educativo para la juventud tan necesitada de ella. Como ya hemos dicho antes, al hablar del carácter y de la historia del distrito de Tetuán, aquellos barrios que formaron el distrito estaban formados por jornaleros dedicados a la construcción. La Condesa ofreció para esta empresa un par de casas situadas en la calle de Villaamil y fue así como nació este colegio, el 4 de noviembre de 1920.

Después de unos inicios muy modestos, la madre de la Condesa cedió un gran terreno colindante con las casas, por lo que pudo construirse un pabellón que consiguió que aquello comenzara a parecerse a un colegio al estrenarse dicho pabellón en el curso 1926-1927. El segundo pabellón comenzó a ser construido en 1948 y en 1959 se abrió una Escuela de Magisterio para que las alumnas que deseaban dedicarse a la enseñanza y formación de otras alumnas pudieran formarse ellas mismas. El colegio pasó por diferentes ampliaciones, modernizaciones y cambios hasta cumplir, hace nada, en 2020, su centenario.

El Paseo de la Dirección, a nuestra izquierda, nos conduce serpenteando hasta la calle de Alonso Núñez, que ya quedó detrás de nosotros en nuestro paseo por la calle de Villaamil. Del Paseo de la Dirección ya hablamos en el capítulo anterior, dedicado al barrio de Valdeacederas. Es estrecho, es sinuoso y si fuera una persona, diríamos de ella que está un poco loca, pero así es la vida en Tetuán. La calle de Campo Real, hacia el norte, nos lleva hasta la calle de Ofelia Nieto desde la calle de Alonso Núñez, y es allí donde termina este capítulo de “Conociendo mi ciudad”.

Calle de Ofelia Nieto - ©JMPhotographia

La calle de Ofelia Nieto es diferente a la mayoría de las calles del barrio. Tiene dos carriles por sentido y una mediana,y quizá sea más ancha que las calles de Marqués de Viana y de Lope de Haro. Conecta la Avenida de Pablo Iglesias en la Glorieta de Rocío Dúrcal en el sur con con la calle de Villaamil primero y con el Paseo de la Dirección después en el norte, muy cerca ya de la calle del Marqués de Viana.

Pues sí, en el barrio de Berruguete no hay palacios ni edificios diseñados por arquitectos famosos ni bellos jardines ni museos ni teatros ni grandes avenidas ajardinadas. Lo que hay es gente, ladrillos, casas humildes, calles con talleres y tiendas de barrio y cuestas, alguna cuesta que hace temblar las piernas. Para pasear es tan agradable como cualquier otro barrio, para hacer un reportaje fotográfico es un poco más hosco, pero se deja también describir, aunque cueste un poco o bastante más. Con esto hemos terminado el distrito de Tetuán.

Nos movemos ahora hacia el sur para conocer un distrito que tengo muchas ganas de conocer, porque es el distrito en el que nací hace ya más de cuarenta años. El distrito de Chamberí va a ser muy interesante, ya que se aparece como una prolongación del distrito de Centro y se presenta como un barrio de cierto prestigio y de buen vivir. Nos vemos, por tanto, muy pronto en el barrio de Gaztambide.

Todas las fotos del recorrido fotográfico por el barrio de Berruguete:

Todos los días una nueva foto en color del proyecto en Instagram. JMPhotographia en las redes sociales:

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